Un libro de economía, dice el autor, es necesario para la vida cotidiana. Para saber qué hacer con tus ahorros, cuándo tomar un crédito, cómo crecer en tu negocio. Y es necesario también para entender los problemas del país. Y los del mundo. Y comprender cuánto de todos los eventos de la macroeconomía impactan en tus decisiones y en tu presupuesto de hoy y en tu futuro, es decir: en la microeconomía.
¿Cuándo se había de fondos buitres, qué tipo de peligro acecha? ¿Cuándo se habla de inflación, impacta solo en tu bolsillo? ¿Hay vida más allá del dólar? ¿Se puede ser previsor en el reino de lo impredecible? Con un estilo claro y preciso de gran comunicador, Tomás Bulat, economista y periodista, pone en estas páginas su enorme bagaje de conocimiento y te ofrece una herramienta fundamental para los tiempos que corren.
Por Martín Kanenguiser | comentario publicado en LANACIÓN
En los dos prólogos que eligió, Tomás Bulat transmite con toda nitidez la intención de Economía descubierta. En el primero, el respetado profesor de macroeconomía en la UBA José María Fanelli explica los claroscuros del "modelo" kirchnerista y, con ingenio, rescata un concepto de Eric Hobsbawm, al afirmar que el siglo XX, en la Argentina, recién terminó con la aguda crisis de 2002. En el segundo, el conductor televisivo de programas de entretenimiento y de deportes Alejandro Fantino rescata el lenguaje sencillo elegido por Bulat, economista de la UBA con un posgrado en la universidad de Río de Janeiro, docente y columnista en diversos programas de radio y televisión para explicar la economía.
Bulat busca difundir los principios de la economía -y los dislates de la política económica argentina- para los lectores no especializados, a quienes trata de "vos", sin establecer ninguna distancia, en sus 261 páginas. Por esta razón, antes que nada, detalla para qué sirve la economía y luego aborda el sendero, muy transitado en otros libros (a veces en forma abusiva), de la frontera común entre la economía y la psicología.
Quien busque en este libro revelaciones seguramente se sentirá desilusionado. En cambio, quien intente entender por qué hay una brecha enorme entre la teoría económica y la esquizofrénica práctica de la política económica en la Argentina se sentirá satisfecho.
El primer ejemplo de esta divergencia lo ofrece al recordar que John Maynard Keynes, el economista supuestamente elegido como padre intelectual del kirchnerismo, no recomendaba solamente aplicar políticas expansivas cuando existe una situación de crisis (como repite el Gobierno), sino también reducir la euforia de la demanda cuando la economía exhibe un estado de buen crecimiento y de oferta insuficiente. El segundo lo brinda al desmitificar el hecho de que el país se esté "desendeudando," como lo juran los continuos spots publicitarios oficiales, porque en realidad la deuda del "mercado", ofrecida a tasas bajas, se reemplaza con el futuro ahorro de los jubilados (vía bonos de la Anses) y las reservas del Estado (vía los recursos del Banco Central).
El tercer ejemplo, el más candente, es la explicación de las causas de la inflación. Allí revisa todas las razones, pero sentencia que, aunque no sea excluyente, el fenómeno inflacionario es esencialmente monetario y trata de aconsejar cómo convivir con este problema, que, detalla, disminuye la inversión y aumenta la incertidumbre de los ciudadanos en general. Sin abundar demasiado en las causas y efectos de la manipulación de las estadísticas públicas del Indec -clave para entender parte del aumento de los precios registrado desde fines de 2006- considera que una tasa de inflación de un dígito es tolerable para nuestro país.
Sin embargo, advierte que los controles de precios aplicados, sin un plan coherente detrás, están destinados a fracasar, como lo refleja el fuerte aumento de los productos de la canasta básica en estos años, pese a los constantes gritos y restricciones surgidos desde la Secretaría de Comercio Interior. Economía descubierta es, en suma, una obra ágil y útil para entender, sin excederse en adjetivos calificativos, la historia de esta última década, "ganada" según el oficialismo, perdida según la oposición, o desperdiciada según muchos especialistas, entre los que seguramente se encuentra Bulat.
Tomás Bulat: Economista de profesión. Periodista de oficio. Docente de alma. Master Science in Economics. Queen Mary and Westfield College & ILAS-University of London – 1995/1996. Graduado en Comercio Exterior . Fundación Banco de Boston -1991. Postgrado en Desarrollo Económico. Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ - IDI) - 1989. Economista, Universidad de Buenos Aires -1988